La esquizofrenia es un trastorno de salud mental complejo y crónico que produce cambios en la forma en que una persona siente, piensa y se comporta. La enfermedad se acompaña de una dificultad de la persona para distinguir entre la realidad y percepciones distorsionadas de la realidad, con dificultades para distinguir entre realidad y fantasía.
Edad a la que se suele desarrollar la esquizofrenia
La esquizofrenia generalmente se diagnostica entre los últimos años de la adolescencia y alrededor de los 30 años. Cuando se diagnostica a los adolescentes antes de los 18 años, se denomina esquizofrenia de inicio temprano. Los niños menores de 13 años también pueden desarrollar esquizofrenia, conocida como esquizofrenia de inicio en la infancia.
Síntomas de la esquizofrenia
Alteraciones en el Pensamiento
- Pensamientos y habla confusos
- Dificultad para concentrarse
- Ideas, pensamientos o hablar cosas extrañas o fantaseosas
- No ser capaz de distinguir entre la realidad y la fantasía
Cambios en las emociones
- Mal humor
- Depresión o irritabilidad severas
- Pensamientos suicidas
- Falta de emociones
- Ansiedad y miedos
- Desconfianza no justificada de los demás
Cambios en el comportamiento
- Problemas en la escuela
- Alejarse de la familia y los amigos
- Aislamiento
- Comportamiento inmaduro o infantil
- Cambios notables en la personalidad o el comportamiento
- Problemas con amigos o compañeros
- No mantener la higiene personal
- Descuido en la alimentación
Síntomas psicóticos
Cuando una persona cree firmemente en ideas ilógicas que no pueden ser cambiadas se denomina psicosis. Los períodos de psicosis también se conocen como episodios psicóticos. Durante un episodio psicótico, la persona no pueda distinguir entre qué es real y qué no lo es. Pueden tener alucinaciones como oír o ver cosas que no son reales. Pueden también tener creencias o temores que no son ciertos. Sus pensamientos pueden estar desorganizados, su habla puede no tener sentido o cambiar de un momento a otro y puede comportarse de manera extraña. Los niños y los adolescentes son más propensos a tener alucinaciones visuales y menos propensos a tener delirios que los adultos.
Síntomas negativos
- Los s íntomas negativos están asociados a cambios o pérdidas en el comportamiento normal como son:
- Falta de motivación y del disfrute de las cosas
- Disminución de la conducta social normal como cambios en la higiene personal, alimentación, abandono de actividades como escuela, amigos y familia
- Evitar personas y actividades sociales
- Ausencia del contacto visual, poca expresividad facial, hablar muy poco o nada o en un tono monótono
Cambios de comportamiento
- Comportamiento impredecible
- Dificultad para completar tareas o cumplir objetivos
- No responde a los demás (mutismo)
- Se mueve demasiado (agitación)
- Posturas inusuales o raras
Síntomas cognitivos
- Problemas de concentración
- Problemas de atención y memoria
- Dificultades para resolver problemas
- Dificultad para procesar y utilizar la información
- Incapacidad de entender las intenciones de los demás
¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?
Los médicos psiquiatras, pediatras y psicólogos pueden ser los primeros contactos para la atención si le preocupa que su hijo(a) tenga síntomas de esquizofrenia. Se deben descartar otras causas, como otra enfermedad mental, una afección médica o el consumo de drogas o alcohol.
El diagnostico de esquizofrenia suele ser un proceso largo, especialmente en niños y adolescentes. Antes de hacer un diagnóstico de esquizofrenia, es importante que su médico esté totalmente seguro de que no esté sufriendo de otro problema. Algunos estudios pueden ser necesarios.
¿Cómo se trata la esquizofrenia?
Si a su hijo(a) se le ha diagnosticado esquizofrenia, necesitará seguramente tratamiento y vigilancia médica por un tiempo prolongado, en algunos casos toda la vida. Idealmente debe ser evaluado por un médico psiquiatra con especialidad en niños y adolescentes y con experiencia en el tratamiento de la esquizofrenia. Psicólogos, enfermeros y terapeutas deben seguramente estar involucrados en el tratamiento.
Los tratamientos para la esquizofrenia incluyen:
Medicamentos
Los medicamentos antipsicóticos que emplean en adultos con esquizofrenia se emplean también en el tratamiento de niños y adolescentes con la enfermedad. Estos medicamentos ayudan principalmente con síntomas como alucinaciones, ideas falsas o extrañas, desconfianza y agresividad.
El objetivo de los medicamentos antipsicóticos es disminuir los síntomas al mínimo utilizando la dosis más baja posible del medicamento. Se puede tomar un tiempo en determinar qué medicamento o medicamentos funcionan mejor y en qué dosis.
Los antipsicóticos tienen algunos efectos secundarios que pueden ser diferentes a los adultos y su médico debe estar enterado de estos y ayudarle incluso a su hijo(a) añadiendo algunos medicamentos.
Psicoterapia y psicoeducación
La psicoterapia se sugiere frecuente además de los medicamentos para el tratamiento de los pacientes. La terapia para tratar la esquizofrenia es la terapia cognitivo-conductual que ayuda a los pacientes a manejar las alucinaciones y los delirios, y mejorar su conducta y aprender a manejar los desafíos de todos los días. La terapia familiar se indica para facilitar la comunicación del paciente con su familia y ayudarles a las familias sobre lo que está enfrentando el(la) paciente. La psicoeducación es proporcionada por terapeutas pero también por asociaciones para que las familias conozcan más sobre las enfermedades mentales incluyendo la esquizofrenia y su tratamiento.
Hospitalización
Algunos pacientes necesitan ser hospitalizado para evitar que se ponga en peligro a sí mismo o a los demás o para facilitar el manejo con los medicamentos en las etapas iniciales de tratamiento. Cuando los síntomas son graves y se necesita de cuidados adicionales y un lugar seguro la hospitalización puede estar indicada. Estos internamientos se realizan en hospitales psiquiátricos con pabellones especiales para niños y adolescentes.
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