Por
Dr. Alfonso Ontiveros Sánchez de la Barquera
Las personas con el Trastorno de Ansiedad Social se ven limitadas en su vida. Las posibilidades de desarrollo personal se restrigen por no poder competir con los demás para mejorar en puestos de trabajo, obtener mejores notas escolares o buscar pareja.
La desmoralización y la tristeza los embarga. En muchos casos la depresión se profundiza, en otros se complica su estado con alcoholismo o drogadicción.
Los efectos desinhibitorios del alcohol los vuelven más “sociables” en su timidez y los pacientes con el Trastorno de Ansiedad Social logran un alivio temporal en sus síntomas; sin embargo, el uso frecuente de alcohol se pasa con facilidad del abuso o la adicción.
Otros, emplean drogas para aliviar la frustración y sentirse aceptados por grupos de amigos que también que también consumen drogas.
El Dr. Alfonso Ontiveros Sánchez de la Barquera
Es especialista en Psiquiatría, Mtro. en Ciencias, Investigación Clínica Psicofarmocolgía. Doctor en
Medicina. Director e Investigador del Instituto de Formación e Investigación en Salud Mental A. C.
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